1.26.2009

El empleo cierra su peor año

3,2 millones de parados, una tasa del 13,9% y 620.100 puestos destruidos - En más de 800.000 hogares no trabaja nadie, casi el doble que en 2007

MANUEL V. GÓMEZ
El Pais 26-01-2009

- Mes a mes la crisis se acentúa. España lleva medio año en recesión y su peor cara se deja ver en el mercado laboral. 2008 arrancó mal para el empleo, pero su cierre ha sido peor. Desde octubre, todo apuntaba a un año nefasto: el paro registrado, afiliación a la Seguridad Social, despidos colectivos... Y al final se ha confirmado.


La encuesta de población activa (EPA), publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, arroja datos escalofriantes sobre el mercado laboral entre octubre y diciembre. Datos que dejan viejos los registros de las series históricas: 609.100 personas más sin trabajo en un trimestre, 1,2 millones en un año; 489.600 empleos destruidos en tres meses seguidos (620.100 en 12). Y sobre estas cifras una que revela la magnitud del problema: en 827.200 hogares españoles nadie trabaja, un 87% más que en 2007.

El Gobierno admite la dimensión del problema. No en vano el paro es la principal preocupación de los españoles y por ahí puede llegar su desgaste. La vicepresidenta Maria Teresa Fernández De la Vega recordó ayer que el Ejecutivo ya había advertido de que el último trimestre de 2008 y los dos primeros de 2009 serían "muy malos".

Las esperanzas del Gobierno están depositadas en que sus últimas medidas (inyecciones de capital, fondo municipal para inversiones,...) y un posible cambio de la situación financiera surtan efecto. Aunque, según el secretario de Estado de Economía, David Vegara, es difícil concretar cuándo. En todo caso, de las primeras iniciativas anticrisis, adoptadas hace meses, cabe recordar que los datos parecen indicar que el deterioro económico ha sido más rápido que su medicina.

En los últimos días de septiembre, la quiebra de Lehman Brothers llevó la sequía a las fuentes de crédito. La falta de liquidez sacudió -y aún lo hace- a las empresas. El impacto sobre la economía real ha sido tremendo. Para Julián Pérez, del Centro de Predicción Económica (Ceprede), sin los sucesos de finales de septiembre el crecimiento del empleo en España en 2008 se hubiera estancado. Con ellos, ha acabado con 3,2 millones de parados y una tasa de paro del 13,9%.

Las cifras de esta situación son muy llamativas al compararse con otras similares. En parte, el tamaño del mercado laboral ayuda a explicarlo. Una población activa de más de 23 millones ahora frente a 15 en 1994 (último año en que se destruyó empleo). Pero también el rápido deterioro juega su papel.

"La velocidad de la crisis es importante", explica Valeriano Gómez, ex secretario general del Empleo, en referencia al mercado laboral. "No estamos viendo el final de la aceleración y todavía nos queda un recorrido importante", añade. La tesis de Gómez se asienta en la convicción de que el ajuste de la construcción, por donde comenzaron los problemas, no ha terminado. En este sector, el año pasado se destruyeron 558.000 empleos, "y todavía quedan unos 350.000 más".

El ladrillo ha sido el segmento peor parado, pero la marea también llega a la industria -que acabó 2008 con 220.000 empleados menos,- y, por último, a los servicios. Este último sector, el más importante por volumen, ha cerrado el ejercicio pasado con una creación neta de empleos, pero entre octubre y diciembre ha triturado más de 150.000.

Estas cifras contribuyen a explicar la caída de la tasa de temporalidad (27,9%) en cuatro puntos en un año. La construcción -y los servicios- es un sector que recurre significativamente a los contratos temporales.

Por colectivos, la crisis se ha dejado sentir más entre los hombres que entre las mujeres. Es una de las marcas de esta coyuntura. Los datos finales indican que todavía hay un largo trecho que andar para alcanzar la igualdad en el mercado laboral, pero la evolución en 2008 la ha favorecido. Los empleos masculinos han salido peor parados del deterioro económico. Mención aparte merece el aumento del desempleo entre los jóvenes. En un año ha crecido en más de 11 puntos entre los menores de 25 años, hasta situarse en el 29,1%.

La sorpresa de la última EPA procede de la población activa. Pese a la crisis, el número de personas capaces de trabajar en España no ha dejado de crecer y ha superado los 23 millones de personas, con lo que la tasa de actividad rebasa levemente el 60%. Este dato precisamente fue destacado por Vegara como muestra de dinamismo. No obstante, afirmó que el Gobierno espera que en 2009 esta tendencia, sostenida durante los últimos años, se invierta.

En estos datos, ha encontrado el Partido Popular materia para hacer oposición y tratar de acercarse al PSOE en las encuestas. Para su presidente, Mariano Rajoy, son un "verdadero drama" y demanda una "modificación absoluta" de la política económica. Por su parte, Gaspar Llamazares, diputado de IU habló de "panorama negro" y exigió al Ejecutivo liderazgo en un diálogo social que hasta ahora no ha ofrecido ningún resultado.

Las grandes cifras
- Andalucía y Cataluña, a la cabeza. Andalucía (145.700 nuevos parados); Cataluña (112.100); la Comunidad Valenciana (68.900) y la Comunidad de Madrid (62.500) encabezan la lista de autonomías con mayor crecimiento del paro en el cuarto trimestre de 2008. En el ejercicio completo, ninguna comunidad se libró del impacto de la caída de actividad. El paro subió en todas las comunidades y en especial, como en el último trimestre, en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. Las comunidades con mayor tasa de desempleo son Andalucía (21,78% de la población activa); Canarias (21,18%) y Extremadura (17,96%). En el extremo opuesto con mejor situación en empleo se encuentran Navarra, País Vasco y Cantabria.

- Lo peor, servicios y construcción. El sector servicios y el de la construcción siguen siendo los más castigados. En el último trimestre, el paro creció en 210.00 personas en los servicios y en 143.400 en la construcción. Ningún sector se libra. En la industria, el paro creció en un año en 155.500 personas y 35.000 en la agricultura. El número de ocupados por sectores se sitúa en 13,7 millones en servicios, 3,05 millones en la industria y 2,13 millones en la construcción.

- Familias en paro. Es uno de los datos más preocupantes de la estadística. Según el INE, en el cuarto trimestre, el número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentó en 189.100 respecto al trimestre anterior. En un año, el número de familias con todos los miembros activos sin empleo ha crecido en 385.500. El total se sitúa ya en 827.200. Es, sin duda, una cifra preocupante. Y así lo reconoció ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara, quien adelantó que el Gobierno estará especialmente atento a la situación de estos hogares por si fuera necesario adoptar medidas.

- Más hombres que mujeres al paro. En el cuarto trimestre del año, hubo 71.300 mujeres ocupadas menos. Muy lejos de la cifra que se registró entre los varones, con un descenso de la ocupación de 418.300. Los datos del año son aún más elocuentes: en 12 meses, la ocupación entre las mujeres creció en 36.400 personas, mientras que entre los hombres, descendió en 656.500. El dato avala la tesis de muchos expertos que creen que se están eliminando los empleos mejor pagados, tradicionalmente masculinos, mientras se mantienen o crecen empleos peor remunerados.

MANUEL V. GÓMEZ
El Pais

El deterioro del mercado laboral - Las opiniones

Gobierno, CEOE y los sindicatos UGT y CC OO opinan sobre las cifras del paro 1. Llegaremos a los cuatro millones de parados? 2. ¿Se puede corregir la actual situación? 3. ¿Hay que aumentar la prestación por desempleo? 4. ¿Hay que abaratar el coste del despido?

El Pais
26-01-2009 - ENTREVISTA: CELESTINO CORBACHO Ministro de Trabajo

La protección, garantizada

1.Tengo la convicción de que no alcanzaremos esa cifra. La economía española tiene fortalezas incuestionables; una población activa de 23.064.700 personas permite constatar el dinamismo del mercado laboral.

2.Se está evitando. El Gobierno se ha marcado como objetivo prioritario la creación de empleo, y el conjunto de las medidas ya aprobadas permitirá con el esfuerzo de todos frenar el desempleo y reiniciar la senda de la creación, estabilidad y calidad del empleo en España.

3.Ante todo, el Gobierno garantiza la protección de las personas y familias en situación de desempleo, y vamos a seguir mejorando los servicios de la gestión de las prestaciones; por ejemplo, para que el cobro sea al inicio del mes.

4. No. La crisis económica no tiene origen laboral; por tanto, no podemos pretender que reformas de la legislación laboral la resuelvan. Las medidas tomadas desde el Gobierno para favorecer a las empresas dan respuesta a las necesidades reales de nuestro tejido económico.


ENTREVISTA: JOSÉ MARÍA LACASA Secretario general de la CEOE

La idea de la 'flexiseguridad'

1.Todos los datos conocidos reiteran la mala evolución del empleo. El último trimestre del año se ha saldado con una destrucción de casi medio millón de empleos. Si, además, consideramos que la población activa sigue al alza, es comprensible que las previsiones sean pesimistas.

2. Aunque salir de una crisis como la actual no es fácil, se pueden y se deben adoptar reformas urgentes que permitan reactivar la economía, frenar la destrucción de puestos de trabajo y favorecer el empleo donde sea posible.

3. El debate no es si aumentar o no las prestaciones, sino cómo hacer que los desempleados consigan lo antes posible un puesto.

4.El reto es que la gente no quede atrapada durante largo tiempo en el desempleo y mejore la movilidad. La respuesta en Europa es la flexiseguridad.Es decir, de un lado, proteger al desempleado y ofrecerle orientación y formación, y del otro, favorecer la creación de nuevos empleos, garantizando la flexibilidad necesaria para que las empresas no tengan miedo a contratar.




ENTREVISTA: CÁNDIDO MÉNDEZ Secretario general de UGT

No abaratar el despido

1.Aventurar una cifra, cuando ya tenemos 3,2 millones de parados, no cambia la situación. Hay que exigir la responsabilidad del mantenimiento y la creación de empleo a aquellos que tienen capacidad: los empresarios, para que, además, no destruyan empleo sin causa verdaderamente justificada.

2. Aún no se han producido resultados de las medidas implementadas, y si no causan el efecto previsto, será imprescindible que el Gobierno revise y amplíe sus actuaciones en el marco del diálogo social.

3. Es urgente atender a los colectivos más desprotegidos y a los trabajadores que provienen de anteriores ERE que pueden haber agotado sus prestaciones. Es necesario el desarrollo de políticas de formación, empleo y recolocación.

4. La respuesta es: rotundamente no. No es solución, igual que la congelación salarial. Lo necesario es reactivar la economía. No se va a contratar a más trabajadores de la construcción por el hecho de que sea más barato su despido. El origen de la crisis no está en el mercado laboral.




ENTREVISTA: IGNACIO F. TOXO Secretario general de CC OO

Habrá más de 4 millones

1.Todos los datos, incluida la EPA de hoy, apuntan a que es una hipótesis más que probable. Si no se corrigen algunos desequilibrios específicos de la economía española, avanzamos firmemente en esa dirección.

2.Al menos hay que intentarlo. Hay que aprovechar el menor coste de las materias primas, la disminución de los tipos de interés, la bajada de los precios y el mayor margen de endeudamiento público para cambiar el tejido productivo por otro con fuerte presencia de bienes y servicios de mayor valor añadido.

3. Sin duda. Con la misma celeridad y eficacia con que se ha actuado para que las entidades financieras ganen liquidez, el Gobierno debe actuar para que las personas expulsadas del mercado de trabajo accedan a algún tipo de prestación.

4. Sería inaceptable y una poderosa razón para que evaluáramos la posibilidad de movilizaciones. El origen de esta crisis nada tiene que ver con la estructura del mercado de trabajo.

El Pais

Sobre la revisión de Salarios y el IPC Real.

M. Valverde, 26-01-2009
Expansion

La resistencia del Gobierno a modificar la previsión del crecimiento de la inflación hará saltar por los aires los gastos salariales previstos por las empresas. De hecho, el 44,5% de los trabajadores de los 11.285.756 afectados por convenios tienen un incremento pactado situado en la banda del 2-3%, mientras el resto tiene acuerdos superiores al 4%.

- Esto significa que las empresas deberán asumir, en plena recesión, el margen de diferencia que existe entre el crecimiento oficial del IPC (que el Ejecutivo ha mantenido anclado en el 2%) y el avance real de la inflación, que, de acuerdo a las previsiones de la Comisión Europea, se situará en el 0,6%.

La falta de previsión ha caído como un jarro de agua fría entre las compañías, expectantes entre la brecha tan ancha que separa la previsión del Gobierno de inflación y la del resto de servicios de estudios privados. Sin ir más lejos, en su último cuadro macroeconómico, el Ejecutivo continúa acogiéndose al nivel oficial de crecimiento de los precios (2%), cuando un día antes –el 15 de diciembre– el consenso Funcas señalaba que la inflación avanzaría tan sólo un 0,1% en el conjunto del año.

La concentración de los incrementos salariales en la banda del en torno del 2-3% es más acusada en los convenios de empresa que en los sectoriales. Así, mientras que en los primeros los acuerdos afectan al 61% de los trabajadores, en los segundos cubren el 43%, según se recoge en el último informe de coyuntura de CEOE.

Excepciones
No obstante, algunos convenios muestran un particular funcionamiento. Al menos, 555.259 asalariados (el 4,92% de los que están bajo convenio) verán activadas sus cláusulas de revisión salarial, aunque a la baja.

En el caso de estos trabajadores, sus respectivos convenios –el 5,61% del total–contemplan que, si el IPC previsto, situado en el 2% en 2008, supera al real, “se tenga en cuenta esta circunstancia a efectos de cálculo del incremento salarial para el próximo año, mediante la corrección a la baja de las tablas salariales que sirvan de base para efectuar tal incremento”.

De acuerdo con la CEOE, entre los convenios sectoriales de ámbito nacional que contemplan esta circunstancia están los de la industria química; de la perfumería y afines; el metal de Navarra y de Sevilla; el de Airbus España; el acuerdo marco de Repsol, o los convenios de Cepsa, Enagas, Gas Natural o Iberdrola (ingeniería y construcción).

La mayoría de los convenios que tienen regulada esta circunstancia de adaptación salarial respecto al descenso de la inflación contemplan que la corrección sea total, aunque en algunos casos también se recoge que el ajuste se atenga tan solo al 50% de la desviación. Un ejemplo:en un una empresa con este tipo de cláusula en el el convenio, en la que los salarios crecieron un 2% en 2008, la ganancia de poder adquisitivo de los trabajadores respecto a la inflación real fue de seis décimas, porque los precios acabaron el año en un 1,4%.

Sueldo e IPC: un ‘matrimonio’ imposible
El baile desacompasado entre la evolución de los salarios y la inflación es uno de los dolores de cabeza más antiguos que pesa sobre la economía española. Pese a la crisis, el aumento de las retribuciones ha seguido caminando de espalda a los precios. Según los últimos datos disponibles, en el tercer trimestre de 2008 los costes salariales aumentaron un 5,3%, medio punto por encima del IPC.

El propio Solbes realizó una llamada generalizada a la “moderación de sueldos”, con la consiguiente respuesta negativa por parte de los sindicatos. En su último boletín, el Banco de España endurece su mensaje para alertar de los efectos “especialmente negativos” de las cláusulas de revisión salarial.

Apunta que lejos de garantizar el poder adquisitivo, el acompañamiento de ambas variables propicia los “efectos de segunda ronda”, que acaban convirtiendo los aumentos transitorios de la inflación en permanentes. Ahora, el peligro de un posible escenario de deflación, unido a la opción de que las cláusulas de revisión operen, pero a la baja, vuelve a situar el modelo de negociación colectiva en el ojo del huracán, informa M. Tejo.

M. Valverde
Expansion

1.20.2009

El rápido ajuste del mercado de trabajo

Josep Oliver Alonso. Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Cinco Dias, 14-01-2009 -


La afiliación a la Seguridad Social ha perdido cerca de 900.000 afiliados en 2008, desde los 19,2 a los 18,3 millones de cada diciembre.

Los primeros días de este enero de 2009 parecen haber avanzado la Semana Santa (de pasión). Y así lo confirman los datos de caída de la actividad industrial y, en especial, los del mercado de trabajo. No seré yo el que ponga paños calientes a una situación que es claramente de contracción de la actividad y el empleo. Pero, como siempre en economía, los sentimientos humanos tienden a pesar en exceso. Por ello, si siempre es necesaria la ecuanimidad, es en estos momentos en los que hay que ponderar adecuadamente dónde estamos, qué parte del ajuste ha tenido lugar y, en especial, cuánto nos queda por recorrer. Y, probablemente, no hay variable más relevante a estos efectos que el mercado de trabajo. Y ello, en especial, por su más que relevante impacto sobre la confianza de los hogares, tan deteriorada estos últimos meses.

En los años previos a esta crisis, fue la confianza sobre el futuro del mercado laboral la que empujó a los consumidores a un continuado endeudamiento, apalancado sobre una renta futura de la que se esperaba no sufriría recortes significativos los próximos años. Y hoy, por el mismo motivo, una parte no menor del hundimiento del consumo hay que atribuirlo a unas perspectivas sobre el empleo que se han deteriorado más que sustancialmente los últimos meses.

¿No hay razones para ese deterioro?, preguntará el lector. Ciertamente, a la luz de la información que ha aparecido en 2009, parece que nuestros hogares están reaccionando de forma lógica. Así, la afiliación a la Seguridad Social ha perdido cerca de 900.000 afiliados en 2008, desde los 19,2 a los 18,3 millones de cada diciembre. Al mismo tiempo, el número de desempleados inscritos en las oficinas del Inem ha aumentado en una cifra parecida, desde los 2,1 a los 3,1 millones entre diciembre de 2007 y de 2008.

Pero ambos datos, reflejando una parte esencial de la realidad del mercado de trabajo, ocultan otra no menos relevante. Por ejemplo, en el caso de la afiliación, nada sabemos de lo que sucede con la economía sumergida. Cierto que una parte de esa pérdida refleja una disminución efectiva de empleo, pero se me antoja que otra, no menor, es un reajuste hacia la economía negra. Lo mismo puede decirse de la afiliación a la construcción, que ha retrocedido en más de 560.000 efectivos en el año que finaliza en diciembre de 2008, desde los 2,3 a los 1,8 millones entre los correspondientes meses de diciembre de 2007 y 2008. De ser cierta esa pérdida de empleo, el ajuste del sector habría sido mucho mayor de lo que podría esperarse de la caída de la construcción residencial.

Con respecto a las cifras del paro registrado, los que no tenían empleo anterior sólo han aumentado en cerca de 50.000 personas, de forma que, aparentemente, la destrucción de ocupación que estaría registrando el Inem se acerca, también, a las 950.000 personas en diciembre de 2008.

Finalmente, los últimos datos conocidos de la EPA (relativos al tercer trimestre de 2008) sugieren una lectura matizada de lo que estaba sucediendo hasta septiembre pasado. Los más de 800.000 nuevos parados (entre el tercer trimestre de 2007 y el de 2008) resultarían de una pérdida neta de empleo en el entorno de los 175.000 puestos de trabajo y de un aumento de activos cercano a los 630.000.

Como es bien conocido, poco tiene que ver un incremento en el total de desempleados por destrucción de ocupación (como el millón que se perdió entre el tercer trimestre de 1992 y el cuarto de 1993) que por aumento de la actividad de la población. Y más cuando una parte, no menor, de ese crecimiento en el total de activos proceden de la inmigración.

En síntesis, una lectura conjunta de los datos de la afiliación a la Seguridad Social, el paro registrado del Inem y la encuesta de población activa sugiere una visión algo menos dramática de la que se ha ofrecido estos últimos días. Cierto que para aquel que pierde su empleo, o para el que se quiere incorporar al mismo, las valoraciones agregadas le sirven de poco. Pero, para aquellos que, desde diferentes posiciones, opinan sobre lo que está sucediendo hoy en España, esas matizaciones son del todo necesarias.

Habrá que esperar, pues, a la próxima publicación de los resultados de la EPA del último trimestre de 2008 para confirmar los datos que sugieren el paro registrado o la afiliación a la Seguridad Social. Siendo cierto que el mercado laboral español está en un claro proceso de reajuste a la baja, se me antoja algo difícil que el deterioro del último trimestre del año haya sido de la magnitud que indica el aumento del paro registrado o la caída de la afiliación.

Pronto saldremos de dudas. Pero, en todo caso, y de confirmarse con la EPA la peor de las hipótesis, conviene no olvidar los aspectos positivos de ajustes intensos y rápidos en el empleo. La experiencia de la corta e intensa crisis de 1993/94, en contraposición a la larga etapa de ajuste de finales de los setenta y primeros ochenta, así lo indica.

Josep Oliver Alonso. Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona

Cinco Dias

1.15.2009

La posición de las fuerzas políticas ante los problemas del mercado de trabajo

Corbacho discutirá con los agentes sociales cómo limitar la edad de las prejubilaciones en los ERE's
No ve "justo" plantear ninguna reforma del mercado laboral para flexibilizarlo antes de que España salga de la crisis

Europa Press, 16-01-2009 -

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró hoy que aprovechará la próxima reunión de la mesa coordinadora del diálogo social para buscar con patronal y sindicatos fórmulas para limitar la edad de las prejubilaciones presentadas con motivo de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), si bien admitió que establecer una "regulación específica" para ello es "complejo".

En declaraciones a los periodistas tras intervenir ante la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados, Corbacho lamentó que se haya establecido una "norma no escrita" para considerar los 52 años una "edad aceptable" para prejubilarse, realizando un "ajuste técnico" que no resulta adecuado "para una empresa que no esté en pérdidas".

Corbacho explicó que no cambió su posición sobre el ERE de Telefónica, que Trabajo aprobó finalmente en noviembre tras rechazarlo inicialmente, pero precisó que "la legislación es la que es", y aseguró que sus críticas a este Expediente motivaron una "reflexión" en la compañía para que el texto finalmente presentado "fuera radicalmente diferente" en lo referente a las prejubilaciones, inicialmente fijadas a partir de los 48 años.

Asimismo, insistió en su intención de estudiar la propuesta "razonable" de los sindicatos para que los trabajadores acogidos a un ERE temporal que deviene en definitivo vean repuesta su prestación de paro consumida durante el periodo intermedio, de forma que se ponga "el contador de la prestación a cero", aunque advirtió de que habrá que analizar su "coste económico".

Durante su intervención, y ante la insistencia del portavoz de Trabajo de CiU, Carles Campuzano, Corbacho aseguró que no es prioritario en estos momentos una reforma del mercado laboral, ya que el problema de las empresas "no es la flexibilidad del mercado laboral, sino la falta de crédito". "No sería justo plantearse flexibilizar el mercado laboral", aseveró, tras lo que abogó por aplazar este debate hasta la salida de España de la crisis, que prevé a partir de 2010.

"EL PARO EN ENERO NUNCA ES BUENO".

Asimismo, avanzó que tanto los datos del paro de enero como los de la Encuesta de Población Activa (EPA), que no se publicarán hasta el 23 de enero, "no serán buenos porque no lo han sido históricamente en este periodo". No obstante, reiteró que la previsión de que España alcance los cuatro millones de parados en 2009 "no se debe cumplir".

También insistió en el compromiso del Ejecutivo para garantizar las prestaciones por desempleo. "La prestación contributiva no va a entrar en ningún tipo de riesgo de modificación a la baja", aseguró, a pesar de que ve "previsible" que el Servicio Público de Empleo entre en un "fuerte déficit" en 2009, y avanzó que se colaborará con toda las administraciones para garantizar que ningún colectivo quede "absolutamente desprotegido".

El ministro explicó que se buscará un consenso en la mesa del diálogo social para fijar un marco regulador del sistema de intermediación del mercado laboral, también en los referente al papel de las empresas de trabajo temporal, aunque la prioridad es la de potenciar la función de los Servicios Públicos de Empleo Estatales y su colaboración con los autonómicos.

Corbacho aseguró que hay una hoja de ruta fijada para reformar los criterios de reparto a las comunidades de los fondos para políticas de empleo, que ayer se distribuyeron por un monto global de 2.892 millones de euros, por primera vez en el mes de enero, de manera que se espera lograr un acuerdo para abril.

IMPULSO "CUESTA ABAJO" DEL DIÁLOGO SOCIAL.

El portavoz 'popular' de Trabajo, José Ignacio Echániz, censuró que Corbacho "lleva marcada la resignación en la cara" y denunció que la destrucción del empleo está minando la imagen del Gobierno socialista, instalado en un "ámbito anestesiado". "Importan más otras cuestiones relacionadas con su imagen que aceptar alguna de las propuestas de nuestro grupo", insistió.

Asimismo, denunció que la declaración para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social firmada por el Gobierno y los agentes sociales, "parece un impulso cuesta abajo" porque "van ya 800.000 nuevos parados desde entonces". "Ustedes han naufragado, y lo que es peor, van a hacer naufragar a todos los españoles", remachó.

Por su parte, el representante del PNV Emilio Olabarría recriminó al ministro que las medidas presentadas "no generen particular confianza", porque el incremento de la destrucción de empleo es "además de dramático, vertiginoso". "No nos ha dicho nada que indique que eso va a variar", lamentó.

SIN DATOS SOBRE EL DIÁLOGO SOCIAL.

El diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, exigió al Gobierno que anteponga el interés general al privado y apueste por la iniciativa pública "como única salida" a la crisis. En este sentido, también le exigió que "agilice" la "concertación social" con patronal y sindicatos.

Corbacho rechazó dar más detalles de la negociación, asegurando que la petición de comparecencia no hacía referencia a ella, y se limitó a asegurar que el diálogo social "está yendo al ritmo" marcado por la declaración de julio. "No me importa venir dentro de un mes a comparecer de nuevo, para que entonces hablemos con datos", se excusó.

Lo que sí que aseguró es que la agenda está en un "punto de maduración" respecto a los temas tratados en las diferentes mesas de trabajo, si bien reiteró que su intención es presidir la próxima reunión de la mesa coordinadora del diálogo social a partir de este mismo mes.

PP: "DECRETAZO FUE EL QUE FIRMÓ ZAPATERO".

El portavoz socialista en la Comisión, Jesús Membrado, que llegó a calificar de "bufonada" las numerosas peticiones de comparecencia de la oposición por el empleo, confió en que éstas se justifiquen por su "gran preocupación y falta de claridad" sobre la situación económica, y no por la "demagogia y el interés por generar miedo".

En este punto, el 'popular' Echániz respondió que, "en la memoria histórica", el decretazo verdadero fue de 1992, bajo el Gobierno socialista, y que "José Luis Rodríguez Zapatero apoyó como diputado socialista".

Europa Press

Las mujeres que trabajan a tiempo parcial en España son cinco veces más que los hombres, según la OCDE

La mayor tasa corresponde a los Países Bajos donde un 60% de las holandesas trabaja a media jornada. A continuación, figuran Suiza (45,6%), Alemania (39,2%) y también el Reino Unido y Australia, ambos con cifras por encima del 38%.


Europa Press 16-01-2009 -

Una de cada cinco mujeres españolas trabaja a tiempo parcial (20,9%), mientras que el número de hombres que se encuentra en la misma situación laboral no llega a uno de cada 25 (3,8%), según un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a partir de datos de 2007 y recogido por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Asimismo, el análisis revela que, en general, dentro de los países miembros de la OCDE la media de hombres que trabajan a tiempo parcial (7,5%) es casi cuatro veces inferior a la de las mujeres (25,3%).

En este sentido, la mayor tasa corresponde a los Países Bajos donde un 60% de las holandesas trabaja a media jornada. A continuación, figuran Suiza (45,6%), Alemania (39,2%) y también el Reino Unido y Australia, ambos con cifras por encima del 38%.

Entre los países que se sitúan por debajo del promedio del 25,3% figuran, además de España, a escasa distancia, se encuentran Dinamarca (23,9%) y Francia (23,1%). Suecia alcanza un 19,7% y los Estados Unidos, un 17,9%. Las cifras más bajas de la OCDE corresponde a la República Checa (5,9%), Eslovaquia (4,4%) y Hungría (4,2%).

En la parte media de la tabla se encuentran países como Irlanda, Nueva Zelanda, Bélgica, Japón, Noruega y Austria, donde cerca de una tercera parte de las mujeres cuentan con un trabajo a tiempo parcial. Por su parte, Italia y Luxemburgo se quedan algo por debajo del 30%, mientras que Canadá logra todavía superar la media de la OCDE.

Europa Press

¿Más flexibilidad laboral en tiempos de crisis?

Dos velocidades conviven en el mercado de trabajo en España: la rigidez del empleo fijo y el abuso de la temporalidad - Resultado: falta de talentos aprovechados y menor crecimiento económico

AMANDA MARS, El Pais, 15-01-2009

- Día 25 de septiembre de 2008. A unos días de explotar uno de los capítulos más negros de la actual debacle económica mundial, el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díez Ferrán, lanza el guante. "Ante problemas excepcionales, el Gobierno debe tomar medidas excepcionales". Éstas, aclaró, eran abaratar el despido y flexibilizar el mercado de trabajo.

Nada nuevo bajo el sol. Cinco reformas laborales en el periodo democrático no han contentado a nadie: los empresarios siguen quejándose de la rigidez del mercado de trabajo, y los trabajadores, de la precariedad y la picaresca empresarial a la hora de exprimir los límites legales.

Las reivindicaciones de los empresarios contra la tan traída y llevada rigidez de la normativa laboral española rebrotan con la crisis, abrigadas por las proclamas de grandes organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Pero, al mismo tiempo, la mayoría coincide en que las empresas hacen en España un uso abusivo de la temporalidad en el empleo -la tasa de trabajadores eventuales, del 31%, contrasta con el promedio del 15% de la Europa de los 25-, lo que crea una suerte de flexibilidad de facto anómala. Además, los sindicatos critican que las herramientas de adaptabilidad internas no se aprovechan lo suficiente.

¿Es tan rígido el marco laboral en España? ¿Es tan necesaria una enésima reforma, esta vez, supuestamente definitiva? Contratos estables pero con duración limitada a cinco años, más movilidad funcional y geográfica, jornadas de trabajo y sueldo variables, indemnizaciones por despido que oscilen en función de la vulnerabilidad del empleado afectado... Las posibilidades que plantean las empresas son múltiples esgrimiendo un argumento: una economía más abierta genera mayor espíritu emprendedor, estimula el empleo estable y, a la postre, fomenta una economía de mayor valor añadido.

"Ya hay mucha flexibilidad, hay múltiples herramientas, lo que pasa es que no se utilizan bien", critican los abogados Ana Tomé y Sergi Maldonado, del bufete laboralista Col.lectiu Ronda, dedicado a la defensa de trabajadores. Un ejemplo es el contrato indefinido a tiempo parcial, que se utiliza poco en España. Muchos trabajadores de los servicios de tierra de los aeropuertos lo tienen. "Les cambian las horas de trabajo y la función cada mes", apunta Maldonado. Algunas fórmulas de flexibilidad, en España, se pueden aplicar a través del convenio colectivo, de acuerdo con los trabajadores.

"El marco laboral en España es garantista, pero no rígido. El despido ya es libre en España; puedes despedir a cualquiera, lo que quieren los empresarios es que, además, sea gratis", añade Tomé. Ambos abogados no dejan de mostrar sentencias por contratación fraudulenta, de hacer pasar por eventuales funciones que son estructurales durante varios años. Nadie se libra, ni las entidades públicas.

Marc Carrera, abogado de la firma legal Sagardoy, que asesora a grandes empresas, reconoce: "Es verdad que el contrato eventual se ha desvirtuado, pero hay tal inseguridad jurídica para el empresario que éste se atrinchera, toma decisiones a corto plazo y no apuesta".

Las compañías automovilísticas son las que más han apostado por adaptar su estructura a los vaivenes del mercado, pero incluso sus sistemas se han agotado, y también reclaman acuerdos más flexibles. Seat, por ejemplo, tiene una bolsa de horas, la cual establece que los trabajadores pueden dejar de trabajar hasta 35 días al año por caídas en la producción, y la compañía les sigue pagando el sueldo. A cambio, los trabajadores devuelven esas horas en puntas de actividad, sin cobrar más.

Pero la caída de ventas es tan severa que la bolsa de horas no trabajadas se ha agotado para muchos empleados y la compañía ha optado por un recorte temporal de 5.300 empleos. Nissan también está aplicando un ajuste temporal -sin descartar despidos futuros- y uno de los motivos planteados es que carece de empleados eventuales y, por tanto, de margen de flexibilidad, después de que una decisión judicial le obligase a hacer fijos a 700 eventuales.

Y es que el empleo temporal es una fórmula de ajuste a la que se agarran las empresas. La OCDE, además de emplazar continuamente a España a aflojar la legislación, le riñe por lo descompensada que está la protección a los indefinidos (que contempla una indemnización de 45 días de salario por año trabajado en caso de despido improcedente), muy por encima de la media de la OCDE, frente a la de los eventuales (ocho días), muy por debajo (ver cuadro).

Para Sandalio Gómez, profesor especializado en laboral de la escuela de negocios IESE, que ha elaborado un estudio sobre las reformas laborales, "la única manera de acabar con la temporalidad es crear un empleo indefinido más barato, porque los empresarios tienen pánico a los trabajadores de más de 10 o 15 años de antigüedad".

Aunque la flexibilidad afecta a la contratación, las condiciones y la rescisión del contrato, el debate en España acaba siempre focalizado en un factor: el precio del despido. Y el de los españoles con contrato fijo no es nada barato. Es al menos lo que dice el Banco Mundial en su informe Doing business 2009 (Hacer negocios), en el que elabora la lista de las economías más flexibles. España presenta un coste de despido del 56 en una escala de 0 a 100, superior a la media de la OCDE (25), a mil años luz de Estados Unidos (0) o Reino Unido (22), aunque más bajo que otros como el de Alemania (69). Las fuentes que cita el Banco Mundial en su informe son grandes firmas legales instaladas en España.

Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, pone el grito en el cielo. "Organismos como la OCDE y la FMI sólo hacen propaganda pura y dura para recortar derechos. Las comparativas entre países son muy complicadas. ¿La indemnización por despido es más baja en otros países? Vale, pero en algunos de los nórdicos tiene, por ejemplo, tres meses de preaviso. No se pueden admitir tantas falacias". Las causas a las que acogerse para justificar un cese, por ejemplo, también pueden ser más estrictas.

La manera de luchar contra la elevada tasa de temporalidad es acabar con "la debilidad del modelo productivo", según Ferrer. Carlos Martín, economista del gabinete de estudios de Comisiones Obreras, también apunta que "ahora, con la crisis, la tentación es hacer otra reforma porque es más visible, pero lo que se debe hacer es invertir en los sectores de más valor añadido y limitar el crecimiento del resto".

Fuentes de la CEOE han preferido no añadir análisis alguno a la procalma de su presidente. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no tardó en responder que abaratar el despido no solucionaría la crisis y que, en cualquier caso, no tomaría iniciativa alguna sin el acuerdo de sindicatos y empresarios.

La cuestión, al final, estriba en cómo y para qué se utilizaría una mayor laxitud laboral en una cultura empresarial como la española. ¿Apostarán por el talento, por el empleo de valor? En todo un ciclo de bonanza económica histórica, los puestos de trabajo creados por las empresas españolas han consolidado la precariedad y un modelo económico de bajo valor añadido. Pero la necesidad puede obligar ahora al cambio.

Marc Carrera lo tiene claro: "A las empresas no se les puede convencer como razones morales de que hagan algo, sino con las económicas, porque lograr beneficio es su obligación". Sandalio Gómez también admite que "la mentalidad de la empresa española tiene mucho que mejorar".

La Comisión Europea ha hecho, a su vez, llamamientos para acometer reformas estructurales en las economías, pero ha tomado la bandera de la flexiguridad, un concepto que gusta a la patronal y a los sindicatos europeos y que combina movilidad y protección, que inventó Dinamarca. En ese país, el empresario despide sin pagar nada (aunque con un preaviso de tres meses), pero el parado recibe como subsidio el 90% de su salario hasta un tope de cuatro años, durante los cuales tiene la obligación de seguir formándose y de buscar otro empleo. El resultado es una tasa de paro de sólo el 2,7% y una gran movilidad laboral.

Pero, para financiar un sistema así, el tan celebrado caso danés gasta en políticas de empleo ni más ni menos que el 5% de su producto interior bruto (PIB), según la OCDE, para lo que requiere potentes ingresos fiscales. En un momento en que en España también se reclaman nuevas rebajas de impuestos, se presume harto improbable lograr la cuadratura del círculo.

Cinco reformas en 20 años

El Estatuto de los Trabajadores, elaborado en 1980, se ha reformado cinco veces.

- 1984. Con una tasa de empleo del 20,6%, el Gobierno impulsó el contrato temporal y logró dos millones de contrataciones de este tipo hasta 1993.

- 1994. Para Sandalio Gómez, de IESE, fue la reforma más ambiciosa, aunque sin acuerdo con los agentes sociales. Se ampliaron las posibilidades del despido colectivo y las causas por despido objetivo (con una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, en lugar de 45). Impulsó los contratos de prácticas, los llamados por los sindicatos "contratos basura".

- 1997. Se inventa un contrato indefinido de fomento a la contratación indefinida para colectivos especiales (jóvenes, mujeres en paro, entre otros), con 33 días de indemnización.

- 2001. Se reduce la duración del contrato eventual de 12 a 13,5 meses. En contratos a tiempo parcial, la reforma rompe la rigidez y se remite a una genérica distribución del tiempo.

- 2006. Sandalio Gómez critica que la reforma no soluciona los problemas estructurales, sino que incide en establecer subvenciones para la transformación de contratos eventuales en indefinidos. Pero estas ayudas tienen fecha de caducidad, diciembre de 2007.

AMANDA MARS
El Pais

Accidentes de trabajo en 2008: Un primer Avance

Un total de 936 trabajadores fallecieron en accidente laboral hasta octubre, 56 menos que en 2007
Andalucía siguió siendo la región más castigada, con un total de 135.654 accidentes laborales con baja, 162 de ellos con resultado de muerte.

15-01-2009 - Un total de 936 trabajadores fallecieron en accidente laboral durante los diez primeros meses de 2008, lo que supone 56 menos que en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

De este total, 716 trabajadores perdieron la vida en su puesto de trabajo, los mismos que entre enero y octubre de 2007, en tanto que 220 fallecieron en el trayecto de su casa al trabajo o viceversa (accidentes 'in itinere'), un 20,3% menos.

En conjunto, en los diez primeros meses de 2008 se registraron un total de 791.373 accidentes laborales con baja en jornada de trabajo, lo que supone un descenso del 8,9% respecto al número de accidentes registrado en el mismo periodo de 2007 (869.130).

De esta cantidad, 712.939 accidentes se produjeron en el lugar de trabajo y 78.434 fueron siniestros 'in itinere'. Los primeros descendieron un 9,5% respecto al mismo periodo de 2007, mientras que los segundos cayeron un 3,3%.

Los accidentes leves con baja en el puesto de trabajo sumaron 706.136 hasta octubre de 2008, un 9,5% menos, y los graves alcanzaron los 6.087, un 17,5% menos que en el mismo periodo de 2007. En el caso de los siniestros 'in itinere' se registraron 76.791 accidentes de carácter leve (-3,1%) y 1.423 de gravedad (-11%).

En cuanto a las enfermedades profesionales, en los diez primeros meses del año se registraron 16.078 casos, de los que 10.374 causaron baja en el puesto de trabajo, cifra que representa un aumento del 15,6% respecto al año anterior.

ANDALUCÍA Y CATALUÑA, DONDE MÁS ACCIDENTES SE PRODUCEN.

La mayor parte de los accidentes mortales registrados en los diez primeros meses de 2008 se produjeron en sectores no agrarios. En los servicios fallecieron 276 trabajadores, un 1,8% más, mientras que en la construcción lo hicieron 224, con un descenso del 7,4%. Más lejos se sitúa la industria, con la pérdida de 148 trabajadores (+5,7%) y, por último, la agricultura, con 68 trabajadores fallecidos (+7,9%).

Por ramas de actividad, además de la construcción, que concentró casi un tercio de las muertes en el trabajo, destacó la rama de transporte terrestre y por tubería, con 74 siniestros mortales hasta octubre.

Analizando los datos por comunidades autónomas, Andalucía siguió siendo la región más castigada, con un total de 135.654 accidentes laborales con baja, 162 de ellos con resultado de muerte. Le siguió Cataluña, con 135.652 siniestros y 115 fallecidos, Madrid (117.717 accidentes, 116 muertos) y Comunidad Valenciana (74.102 accidentes, 77 fallecidos).

Europa Press